Hace unos meses atrás convencí a dos amigos para poner un local de decoración, ellos ya tenían uno y decidimos que estaría bueno poner una sucursal. Durante un poco mas de 2 meses estuvimos buscando por la zona de Palermo Soho sin ningún éxito, un local que nos había gustado, estaba disponible y a un muy buen precio, pero no hubo forma de que lo alquiláramos (desconozco los motivos pero creo que había algún tipo de problema familiar entre los dueños, aún hoy está vacío).
Ya un poco desesperanzados, una tarde salimos los tres a ver unos locales un poco mas alejados de la zona elegida pero dentro del mismo barrio, no muy convencidos de las ubicaciones, empezamos a caminar por el barrio viendo varios locales disponibles. Y de repente, ahí estaba, en la misma cuadra del primer local que habíamos visto, separado por un pasaje. Llamamos a la inmobiliaria y el precio era conveniente.
Mis amigos se iban de vacaciones así que la cosa quedó en stand by, al regreso se señó el alquiler, luego de eso la dueña le pidió a la inmobiliaria una cita con nosotros, donde nos cambiaron todas las condiciones que nos habían dado, incluido el precio de la locación, después de pensarlo por unos días, no nos quedó mas opción que aceptar ya que la zona era la deseada y el precio seguía siendo bueno.
Simultáneamente durante los meses de búsqueda,se hicieron cosas como ir a proveedores, comprar en mercados de pulgas, ir a ferias de mayoristas, entre muchas otras cosas mas.
El tiempo una vez dentro del local transcurrió recibiendo y controlando mercadería , uno de los socios (R) se dedicó a la parte constructiva, puso machimbre en una pared, construyó una repisa sobre esa pared, construyó el mostrador, hizo toda la instalación eléctrica, se pintó, se trajeron cosas y se hicieron un sinfín de muchas otras cosas mas.
Todo marchaba bien (o por lo menos así lo percibía yo),el estrés y la presión por lo por venir es mucha, de repente el mes que nos habíamos impuesto se transformaron en uno y medio, las discusiones y diferencias de opinión en las sociedades, creo que son normales, aunque no tuvimos muchas, (claro, siempre desde mi punto de vista). Hace pocos días, para ser mas exactos 2 mi otro socio (W), empezó una discusión sin sentido, yo le había planteado la necesidad de abrir esta semana, semana donde en mi país hay un feriado largo, el día de apertura seria hoy 20 de Junio, día de la Bandera…
Para el día lunes había mucho para hacer y se hizo, W hacia el fin de la noche se fue enojado por la discusión, el martes ya no volvió, me quedé todo el día poniendo precios y desembalando mercadería, solo quedaba limpiar, marcar y acomodar, faltaba poco pero había mucho trabajo para hacer.
El día de ayer me reuní con R y me dijo que W ya no quería trabajar conmigo, que soy insoportable y no aguanta la sola idea de compartir el espacio físico conmigo.
R me dio tres opciones para elegir, pero ninguna me conforma: 1)- rescindimos el contrato y todos perdemos; 2)- yo les compro su parte del local cosa que sabe muy bien no puedo hacer por falta de capital y 3)- la mas conveniente para ellos, (tal vez en este punto tendría que aclarar que W y R son esposos y tienen el 66% de de la sociedad) comprarme mi parte, o sea devolverme el dinero que invertí, pagarme un plus por el tiempo que destine al armado del local Y QUEDARSE ELLOS CON UN LOCAL HERMOSO, UBICADO EN UNA EXELENTE ZONA DE PALERMO Y LISTO PARA SER INAUGURADO.
ESO SI, MIS SUEÑOS Y LAS ILUSIONES ROBADAS, ESO, NO ME LO DEVUELVE NADIE…
3 comentarios :
Es muy triste el desenlace de esta historia de "amigos".Se te veía tan ilusionado con tener un negocio...
Espero que el tiempo lime asperezas y puedan llegar a un acuerdo y esto solo sea algo para olvidar...Sé que Walter no es fácil, y vos tenés algo que siempre admiré, carácter y Rubén, que decirte... siempre tratará de mediar.
Te dejo un fuerte abrazo y cualquier cosa, tienes mi e-mail. ( no se si te sirve de algo)
Hernán.
Qué embole de situación!! No sabés la pena que me da pero si te sirve de consuelo, esto es como una unión sentimental: es mejor decir no (o que te digan no) un segundo antes de casarte y no un minuto después. Un mal trago, mucha desilusión pero algún día a lo mejor hasta vas a estar agradecido.
Tenes muchísima razón Marcela, las cosas pasan por algo, ya veremos, al momento uno se encuentra perdido y desilusionado, pero tal vez a la distancia después termine diciendo, ah viste, menos mal que pasó esto...
El tiempo dirá si las cosa fueron buenas o malas.
Te mando un beso enorme!!
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